Gracias, a la chancla, que me ha dado tanto...
A mis chanclas: Por acompañarme en cada paso, literal y figurativamente. Sin ellas, mis ideas no habrían caminado tan lejos (ni tan cómodamente).
Al café mañanero: Porque sin él, esta web estaría en blanco. Agradezco cada taza por mantenerme despierta y creativa.
A ti, lector@ en chanclas: Por estar aquí, por navegar en esta galaxia de ideas. Sin ti, esto solo sería un rincón olvidado del ciberespacio. ¡Gracias por darle vida a esta aventura cósmica!
A la wifi que no se cae: Porque sin conexión, no hay inspiración. Y gracias a que nunca se fue, tampoco lo hizo mi motivación.
A los memes de gatos: Porque también fueron una fuente de inspiración, y en los momentos de bloqueo creativo, nunca fallaron en arrancarme una sonrisa.
La Magia del Agradecimiento
(Sí, es real y funciona)
A ver, seamos honestos: ¿cuántas veces has dicho "gracias" de verdad? No el típico "gracias" automático cuando te dan el cambio en la tienda, sino ese "GRACIAS" en mayúsculas que viene del corazón. Pues déjame decirte algo: ser agradecido es como tener una varita mágica, ¡pero sin tener que salir de Hogwarts!
Cuando empiezas a ser consciente de las cosas buenas (grandes o pequeñas), la vida cambia. Es como si le dijeras al universo: "Ey, me gusta lo que estás haciendo, ¡sigue así!". Y el universo, que es buen rollo, te manda más cosas para agradecer. Así funciona la ley del agradecimiento, simple y efectiva.
No tienes que hacer rituales raros ni dar discursos épicos. Basta con empezar a notar lo que ya tienes: esa ducha caliente en la mañana, ese amigo que te manda memes cuando más los necesitas, o incluso ese café que te despierta cuando ni el despertador pudo. ¿Ves? Las cosas buenas están por todas partes, solo hace falta parar un segundo y decir "gracias".
¿Y qué pasa cuando agradeces? Pues que te sientes mejor, más en paz, como si llevaras las chanclas más cómodas del mundo. El estrés baja, las preocupaciones no pesan tanto y te das cuenta de que, al final, la vida no está tan mal. Así que, hazme caso: empieza a agradecer hoy. Puede que no te toque la lotería, pero seguro te sentirás como si hubieras ganado un premio.
ejercicio de agradecimiento #1
Al despertar, antes de que tu pie toque la chancla, piensa en 3 cosas por las que estés agradecida. Pueden ser tan sencillas como "gracias por el cafecito mañanero", o "gracias por no olvidarme de ponerme desodorante hoy". Hazlo durante 3 días seguidos. ¡Te sorprenderás de lo que cambia tu perspectiva!
ejercicio de agradecimiento #2
Agradece como si fueras Premio Oscar
Frente al espejo, imita un discurso de agradecimiento de un ganador del Oscar. Da las gracias a todo el mundo, desde tu mamá hasta esa taza de café que no te deja rendirte. ¡Hazlo con emoción y, por qué no, alguna lágrima dramática! Esto te ayudará a ver la cantidad de cosas por las que puedes estar agradecida, incluso las más pequeñas.
ejercicio de agradecimiento #3
El WhatsApp del Agradecimiento
Envía un mensaje a una persona cada día por una semana y dile algo específico por lo que le agradeces. Algo sencillo como "gracias por siempre responderme rápido cuando te escribo", o "gracias por no comerte mi comida del refri". ¡No subestimes el poder de un WhatsApp lleno de amor y agradecimiento!
🌟 ¡Comparte tu Ejercicio de Agradecimiento! 🌟
¿Tienes un hábito de gratitud que te ha cambiado la vida? ¡Nos encantaría conocerlo! En Universo en Chanclas, creemos en el poder del agradecimiento para transformar nuestro día a día. Por eso, te invitamos a compartir con nosotros tu ejercicio de agradecimiento personal.
Comparte tu ejercicio de agradecimiento favorito: puede ser una reflexión diaria, una rutina, o una manera creativa de expresar tu gratitud.
Nosotros lo publicaremos en nuestra página web y te daremos todo el crédito, porque tu inspiración merece ser compartida con el mundo. 🌍✨
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